¡Entérate de esta importante relación entre la alimentación y las enfermedades
crónicas!
La alimentación ha sido una
importante fuerza selectiva en la evolución humana. Obtenemos diariamente
energía y proteínas de frutas, verduras, raíces y nueces. La revolución
industrial, ha modificado la dieta sin que ocurran cambios paralelos de la
estructura genética.
Las principales
modificaciones de la dieta son el mayor consumo de energía, de grasas
saturadas, de ácidos grasos omega-6 y de ácidos grasos trans, y la menor
ingestión de ácidos grasos omega-3, de carbohidratos complejos y de fibra.
Estos cambios se han asociado a un menor gasto de energía en comunidades
urbanas. Los grupos de alimentos con mayores modificaciones son los cereales,
los lácteos, los azúcares refinados, los aceites vegetales refinados y las
carnes grasas de especies crecidas en confinamiento.
Los riesgos a la salud
asociados con estos cambios dietarios están en la raíz de la epidemia de
enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición. Será necesario adoptar
cambios que nos acerquen nuevamente a la dieta paleolítica, que es la manera
más saludable de comer, porque es el ÚNICO enfoque nutricional que funciona con
tu genética para ayudarte a mantenerte delgado, fuerte y lleno de energía, con
la ventaja de que disponemos en la actualidad de una amplia tecnología
alimentaria.
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